La avería de aparatos electrónicos de todo tipo es nuestra pesadilla de cada día. Cuando menos lo esperas el dispositivo deja de funcionar, te deja tirado, y comienzas las dudas: ¿reparar o adquirir uno nuevo? La OCU ha realizado una encuesta entre 1.000 usuarios para saber cómo es su experiencia en este aspecto y la durabilidad y separabilidad de sus dispositivos electrónicos y pequeños electrodomésticos.
Las conclusiones son que si el aparato tiene más de 8 años el consumidor ni se molesta en pensar en repararlo, pasa directamente a buscas uno nuevo. Tampoco lo hace si es más moderno pero la reparación es cara. Si tiene más de 2 años y el coste del arreglo ronda el 30% de lo que costó, lo cambiamos directamente por otro, o al menos es dice esta encuesta. Es curioso el dato que apunta a que 1 de cada 5 veces el aparato no tiene reparación posible. Recuerda que la garantía afecta solo a los dos primeros años desde la compra en el caso de que no pueda repararse y que el fabricante solo tiene la obligación de facilitar repuestos hasta cinco años después de haber dejado de venderlo. Los fabricantes suelen imponer unas condiciones que claramente te impulsan a una nueva compra.
Lo lógico es que, en cualquier caso, pidamos presupuesto, de manera que con eso nos podemos hacer una idea de los costes de la reparación y de si realmente nos vale la pena o no optar por uno nuevo. Los problemas comienzan cuando es necesario enviar el aparato para que puedan hacer una valoración más exacta, por lo que es habitual que desechemos esta opción, por molestias y gastos adicionales. Va a depender sin duda del coste real del propio aparato nuevo, ya que a más precio de venta más interés por arreglarlo. Si el presupuesto que te ofrecen es muy elevado puedes chequear también el mercado de segunda mano, de manera que tu objeto de compra haya sido reacondicionado por manos profesionales. No descartes de inicio la reparación, infórmate de tus opciones y decántate por la más ventajosa.
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